PISTAS Y BARRO

El discurrir de la marcha se hace ameno cuando en el recorrido nos encontramos paisajes inolvidables. Caminos infinitos con trazados preciosos en donde el tiempo se detiene y el avance sobre ellos se convierte en la mejor de las carreras.

jueves, 28 de febrero de 2013

Que gente tan divertida

“Que gente tan divertida”. Palabras que, a todas luces, contrastaban con la expresión de sus ojos.

Palabras que, a todas luces, contrastaban con la expresión de sus ojos. 

Y estos, de pronto, aparecieron a todos los presentes como los mas inquietantes que jamas sintieran sobre sí. Pues, aunque transparentes como la mas lúcida piedra marina, eran a la vez capaces de penetrar hasta los entresijos más íntimos – y tal vez no muy limpios – de todos los íntimos. 

...capaces de penetrar hasta los entresijos más íntimos...

Unos ojos de un resplandor tal, que parecían poseer luz interna y rechazar toda otra luz, del sol, el cielo, la luna o las mismas estrellas. Y alguno se dijo para si: “tal vez esos ojos, luzcan en la noche, con toda su pujanza”. Pero no eran ojos nocturnos, ojos de ave o de felino que en la noche adquieren todo su significado. Eran ojos que, aún en la mas espesa negrura, acaso, serían capaces de iluminar la tierra, como si la luz jamás pudiera abandonarles, o ellos mismos fueran parte de la luz.

Unos ojos de un resplandor tal, que parecían poseer luz interna y rechazar toda otra luz, 
del sol, el cielo, la luna o las mismas estrellas.


Al llegar la princesa Tontina al reino de Olar.- Extraído del libro:“Olvidado Rey Gudú” de Ana Mª Matute.
Ana Mª Matute

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